martes, 21 de diciembre de 2010
No es algo que te ocurre, es algo que escoges.
<Eres mia. No me dejarás nunca. Estamos demasiado bien juntos. Te amo. Y después: ¿Dónde estabas?¿Quién era ese? ¿Por qué no te quedas conmigo esta noche en vez de irte a la discoteca con tus amigos?> Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Y se lo dices. Se lo dices a él. Y eres cosciente que hay respuestas que quizás deben cambiarse. Es preciso partir para volver a encontrar el camino.
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